Sentando las bases para el ascenso de un reino
Contar historias es una actividad humana inmemorial. Y, como con todas las tradiciones atemporales, la usamos como fuente para crear conexiones con los demás. Narrando eventos y dándoles relevancia, los oyentes pueden visualizarlos como si ellos mismos participaran en el relato. Pero, ¿cómo podemos crear una experiencia narrativa realmente inmersiva?
Desarrollamos una monumental experiencia audiovisual con un total de 650 m2 y 22 proyectores de alta resolución. El suelo interactivo ocupa una superficie de 400 m2, con una pared de proyección inmersiva de 250 m2. En este ambiente, los visitantes se sumergen en un relato épico de 15 minutos sobre el ascenso del reino de Wu. El espacio actúa como una cápsula del tiempo, transportando al visitante para que pueda experimentar las vicisitudes de un reino a través de escenas pintadas y una experiencia cinemática de las artes marciales. No queríamos que el visitante observara la historia con pasividad, sino que participara en ella. Con las cámaras de rastreo de movimientos que hay instaladas, los visitantes pueden moverse y dar forma a los distintos paisajes que se proyectan.
Con capacidad para 3.840 visitantes al día, todo el mundo pueda formar parte de la historia y revivir los relatos que le dieron forma. En el momento de su creación, era la pantalla interactiva e inmersiva más grande del mundo. El proyecto es un hito importante en nuestra labor contando historias atractivas y aplicando la última tecnología disponible. La exposición recibió el Red Dot Design Award 2014, el iF Gold Award 2015, el Art Directors Club Award 2015 y el New York Festivals Award 2015 (Plata).