Los pabellones del Reino de Arabia Saudí siempre han sido espacios inmersivos de hospitalidad y descubrimiento. Para garantizar esta experiencia, en Expo 2010 Shanghái se buscó crear una gran estructura similar a la de un barco, que invitaba a los visitantes a embarcarse en un viaje. El barco representaba la histórica y próspera relación comercial entre China y Arabia Saudí. El resultado fueron inolvidables espacios inmersivos y experienciales que acogieron a 25.000 visitantes cada día.

Fuimos responsables del diseño, producción, operación técnica y mantenimiento del área expositiva del pabellón. Creamos un gran espectáculo audiovisual panorámico que rodeaba a los visitantes con paredes cóncavas de hasta 1600 m², récord hasta aquella fecha de proyección más grande sobre una superficie. Los visitantes pudieron disfrutar de la cultura y los paisajes del Reino en una atmósfera inmersiva a través de una pasarela móvil suspendida.

El pabellón recibió la Medalla de Oro al Mejor Pabellón del Premio BIE (Bureau International des Expositions), el Premio Red Dot Design 2010, el Premio Art Director’s Club 2011, el Premio iF Communication Design 2011 y la Medalla de Bronce del New York Festival Award 2011.