En las profundidades de los océanos yace un archivo físico de toda actividad humana. Todo un mundo olvidado, con ciudades hundidas, puertos perdidos y naufragios a la espera de ser descubiertos. 

El Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ARQVA, revela antiguas actividades marítimas en el Mediterráneo. Para que los visitantes puedan conocer un espacio subterráneo aparentemente inaccesible, presentamos una forma nueva y atractiva de mostrar y comprender la arqueología subacuática. 

Dentro del museo hay una planta entera por debajo del nivel del mar, dividida en dos bloques principales. En el primer bloque, los visitantes aprenden los métodos de la profesión a través de recursos expositivos interactivos. En el segundo bloque, experimentan un mundo inmersivo de navegación marítima. Creamos un espectáculo arqueológico con enfoque escenográfico. Si bien presentamos los objetos en orden cronológico, mantuvimos el entorno natural en el que fueron hallados.

Mediante una implementación museográfica progresiva, aprovechamos la voluntad del museo de trabajar con nuevas tecnologías para revivir antiguas historias. De esta manera, el museo ha aumentado el número de visitantes y se mantiene como enlace entre la sociedad y nuestro patrimonio cultural.