Pabellón de Kazajistán. Expo 2017 Astaná

Un ejemplo de cómo aprovechar el poder del agua

El Pabellón de Kazajistán en Expo 2017 Astaná es testimonio del extenso legado nacional en materia de sostenibilidad. Los cuentos tradicionales y los hitos culturales del país hablan de su determinación en cuanto al aprovechamiento del agua como fuente de energía para el futuro.

El pabellón era la estructura principal de la Expo. Se trataba una esfera de cristal de 8 niveles situada sobre una base de forma orgánica. Cada planta se dedicó a cada una de las tecnologías más importantes de generación de energía a través de recursos expositivos innovadores y atractivos. La exposición en la base de la primera planta, dedicada a Kazajistán, tenía una superficie de 2.400 m2. Los visitantes podían explorar la historia del país, su belleza natural y el papel que ha jugado en la creación de tradiciones y perspectivas de energía futuras. En el interior de una cúpula, se proyectó un mapping multimedia de grandes dimensiones sobre dichos temas. Además, el visitante podía participar de espectáculos interactivos sobre fábulas kazajas, como el mito de Baiterek. 

La nación ha sido siempre consciente de la importancia del agua como fuente de energía. Su objetivo era compartir este conocimiento con el mundo. En el área de energía hidráulica, ubicada en el segundo nivel, los visitantes podían profundizar en la relación del país con el agua e interactuar con réplicas de antiguos molinos.

El pabellón es hoy en día el Museo de la Energía del Futuro.