El hach, o peregrinación, es uno de los cinco grandes pilares del islam, un viaje muy personal que todo musulmán debe realizar una vez en la vida. Aunque la cultura material ha ido cambiando a lo largo de los siglos, la importancia espiritual del hach no lo ha hecho.

La exposición Hajj, The Journey Through Art invitaba a los visitantes a explorar las rutas de peregrinaje y las historias de las personas que las han transitado a lo largo de los siglos. Los rituales y la historia se mostraban a través de más de 200 objetos. Las piezas expuestas, gracias a la colaboración de colaboradores internacionales, provenían del Museo Británico y de otras instituciones. Algunos de los objetos poseían un inmenso valor cultural, remontándose al siglo VII de nuestra era. 

La labor técnica y museográfica del proyecto otorgaba una gran importancia a la luz, que siempre ha tenido un papel esencial para evocar un ambiente sagrado. La escenografía era clave para crear un lugar con un significado y una importancia especiales. Explicar los objetos recurriendo a los valores estéticos de su cultura, permite mostrarlos bajo una luz auténtica.