Inauguración de la Galería de las Colecciones Reales

Un evento único para un museo único también en su categoría

Casi un cuarto de siglo se tardó en gestar este museo que hoy lleva el nombre de Galería de las Colecciones Reales. El matiz diferenciador nos da una idea del espíritu que tiene el proyecto: servir de escaparate a un patrimonio ingente, que recorre cinco siglos de historia del arte gracias a las colecciones atesoradas por Austrias y Borbones y que, a diferencia de otras monarquías, son de titularidad pública.

Para acercar aún más al público esta colección, y como colofón al evento inaugural de este nuevo centro museístico, Patrimonio Nacional nos encarga un espectáculo audiovisual. El escenario elegido fue la fachada del Patio de la Armería del Palacio Real de Madrid, el más grande de Europa Occidental, y muy cerca del nuevo edificio de la Galería, que es obra de los arquitectos Tuñón + Mansilla.

En dos veladas inolvidables, repartidas en tres pases de 15 minutos cada uno, más de 45.000 espectadores disfrutaron de un videomapping abierto al público y gratuito. Los contenidos del audiovisual se dividen en seis escenas, cada una dominada por un parámetro de color diferente: del blanco y negro inicial al dorado sublime como el hilo con el que se tejieron muchos de los tapices de las Colecciones Reales, pasando por el rojo vibrante de Lucrecia dándose muerte (Maratti) o el azul profundo del cielo de Alegoría del mediodía (Mengs).

El vínculo narrativo de las escenas, con la abundancia de objetos variopintos que forman parte de las colecciones, viene establecido por la composición musical. Exclusivamente instrumental y de carácter cíclico, fue creada para la ocasión por el artista francés Olivier Arson, que tiene en su haber dos premios Goya por la banda sonora de las películas As Bestas (2023) y El Reino (2019).

El diseño de iluminación y puesta en escena está basado en efectos visuales relacionados con los sonidos de la banda sonora. Por otra parte, los láseres actúan como trazadores efectuando “puntos de luz” en función del color de las obras proyectadas, creando efectos visuales en total sincronía con la música.

En definitiva, una manera novedosa de poner a dialogar, gracias a la tecnología, quinientos años de historia del arte a través de unas colecciones que son patrimonio de todos.